La gastronomía granadina es un reflejo de su historia y cultura, donde convergen influencias árabes, mediterráneas y andaluzas. Si te preguntas qué comer en Granada para conocer su esencia, aquí te presentamos una selección de la comida típica de Granada que no puedes dejar de probar.
Así pues, desde Cerro del Sol, queremos presentarte estos platos, populares tanto en hogares como en bares, que son parte fundamental de la identidad culinaria de la región.
Habitas con jamón y huevo frito
Un clásico de los platos típicos de Granada, las habitas con jamón combinan productos de la huerta con el sabor intenso del jamón serrano. Este plato, coronado con un huevo frito, es la perfecta representación de la sencillez y el sabor de la gastronomía granadina. Las habas frescas se cocinan a fuego lento para conservar todo su aroma y textura, logrando un plato que encanta tanto a locales como a visitantes.
Migas de pan o de sémola
Este plato tradicional, asociado a las jornadas de trabajo en el campo, es uno de los platos más clásicos de Granada. Las migas pueden prepararse con pan o sémola y se acompañan con chorizo, panceta y pimientos. Su sabor reconfortante las convierte en una elección popular durante el invierno. Además, su preparación es todo un ritual familiar en muchas casas granadinas, lo que refuerza su valor cultural.
Olla de San Antón
Este contundente guiso es una tapa muy frecuente en la hostelería granadina durante los meses fríos. La olla de San Antón combina legumbres, arroz, morcilla y otros productos derivados del cerdo. Es un plato que refleja el espíritu festivo de las tradiciones rurales. Se suele servir durante las celebraciones de San Antón, en enero, y es una excelente manera de conocer los sabores más auténticos de Granada.
Choto al ajillo
El choto al ajillo es una especialidad de la gastronomía granadina que destaca por su sabor intenso y tierno. Este plato se elabora con carne de cabrito aderezada con ajo, vino blanco y especias, y se suele servir con patatas fritas o a lo pobre. Es una delicia que no puedes dejar de probar si quieres experimentar uno de los platos típicos de Granada más tradicionales. Muchos restaurantes en la provincia lo incluyen como uno de sus platos estrella.
Tortilla del Sacromonte
Este plato icónico, que forma parte de la comida típica de Granada, está envuelto en leyendas. La tortilla del Sacromonte incluye ingredientes como sesos y criadillas, que le aportan un sabor inconfundible. Se trata de una receta arraigada en la tradición del barrio del Sacromonte y su cultura flamenca. Aunque sus ingredientes pueden sorprender, es una auténtica joya culinaria.
Berenjenas fritas con miel de caña
Las berenjenas fritas con miel de caña son un ejemplo perfecto de la influencia árabe en la gastronomía de Granada. Este plato sencillo combina la textura crujiente de las berenjenas con el dulzor de la miel de caña, ofreciendo un contraste de sabores que enamora a quien lo prueba. Es común encontrarlas como tapa en bares y restaurantes, y su sencillez no resta protagonismo a su exquisito sabor.
Plato alpujarreño
El plato alpujarreño es un imprescindible para los amantes de los sabores contundentes. Originario de la Alpujarra, este manjar incluye patatas a lo pobre, huevos fritos, longaniza, morcilla y jamón serrano. Este plato también es un reflejo de la gastronomía rural de Granada, donde cada ingrediente cuenta una historia de tradición y trabajo duro.
Remojón granadino
El remojón granadino es una ensalada que combina bacalao desalado, naranja, cebolleta, aceitunas y un toque de aceite de oliva virgen extra. Esta receta fresca y sabrosa es un ejemplo de cómo la comida típica de Granada puede ser ligera y saludable. Este plato es ideal para los días más cálidos, y su mezcla de sabores dulces y salados lo convierte en una experiencia culinaria inolvidable.
Potaje de hinojos
El potaje de hinojos es un guiso tradicional que mezcla hinojo, legumbres y carne, usualmente de cerdo. Este plato caliente es uno de los más antiguos y auténticos de la región, perfecto para entrar en calor durante los días más fríos del año. Su aroma característico proviene del hinojo, que le da un toque fresco y distintivo a este guiso de raíces campesinas.
Quisquillas de Motril
Finalmente, entre los platos más clásicos de Granada no pueden faltar las quisquillas de Motril. Este marisco, capturado en la costa granadina, destaca por su frescura y sabor dulce. Se sirven generalmente cocidas, acompañadas de una copa de vino blanco de la tierra. Las quisquillas son una delicia que pone en valor la riqueza gastronómica de la costa tropical granadina.
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